Muchos pensarán que emplear cierta parte de los recursos económicos de un estado a la digitalización de las bibliotecas no es actualmente imprescindible, ya que las mismas están dotadas de buenas instalaciones así como de servicios al usuario, y por lo tanto, ¿por qué invertir más dinero en algo que ya lo ha recibido y que presta buen servicio? Todas aquellas personas que lo piensen se encuentran en el pleno derecho de hacerlo, pero deben saber que no consiste en reorganizar una biblioteca ni en reubicar sus documentos ni volver a hacer un trabajo que ya se hizo previamente; consiste en administrar de una forma nueva sus recursos y fuentes a través de nuevos sistemas, que en este caso es mediante la digitalización de documentos.
Actualmente existe un ambicioso esquema de trabajo europeo llamado Programa Europeana mediante el cual se ha construido y se está alimentando la Biblioteca Digital Europea. Cada país debe contribuir con una suma económica así como con la entrega de obras para su digitalización. En el caso de España, se ha contribuido con una suma de alrededor de 100.000, pero a nivel europeo, la biblioteca cuenta ya con 120 millones euros.
Esta biblioteca es una de las más grandes que existen actualmente, obviando el gigante Google Books, del que seguramente hablaremos en otro post debido a su gran magnitud mundial.
Retomando el tema de la Biblioteca Digital Europea, debemos decir que como buen servicio de información al usuario, ésta debe presentarse a través de parámetros estándar, es decir, que sean universales. Ni que decir tiene que se encuentra disponible en alrededor de 21 idiomas, y que los archivos que se muestran al lector a través de la pantalla son compatibles en todos los países, es decir, un país no subirá un documento en un formato que no sea compatible en cualquier otro país (en el caso de que se cargue en otro formato, la biblioteca lo pasará a un formato reconocible por todos los países).
A pesar de no haber leído nada en los artículos que hablan sobre esta biblioteca, doy casi por hecho que todos los títulos que se suben a esta biblioteca tienen su correspondiente derecho de autor, o bien que sus derechos de autor ya no están vigentes (obras anteriores a 1923) o que estén descatalogadas. Este tema, el de derechos de autor, es de actualidad en el mundo de la digitalización. Hay numerosas web's donde podemos ver libros íntegros y por los cuales no tenemos que pagar, hecho que se está intentando regular por “ENCLAVE Editores BNE”; con este proyecto se pretende que el usuario pueda realizar una búsqueda de un título en concreto a partir de fechas, títulos, autores e incluso palabras que se encuentren dentro de la obra. Se podrá ver cierta extensión del libro así como la portada, contraportada, índice y breve resumen. Pero no podremos llegar más allá de lo descrito, pues entonces estaríamos violando los derechos de autor.
Dado que los libros en Internet son relativamente novedosos y recientes, existen menos leyes y normas que salvaguarden la producción intelectual de los escritores; asimismo, según va avanzando su uso en la red, se van localizando y conociendo con mayor profundidad las lagunas en dicho tema. Lo mismo ha ocurrido con la música: mientras no existían las grabadoras no había por qué preocuparse insistentemente sobre los derechos de autor de la música pues uno sólo podía consumirla yendo a cualquier gran almacén y comprando el CD. Sin embargo, con la llegada de las nuevas tecnologías, la música fue introduciéndose en un terreno más abstracto, Internet, donde todo se subía a la Nube, "The Cloud", y nadie sabía ni sabe dónde se encontraba la nube (qué palabra tan metafórica) Sin embargo, la música en Internet es algo que está cada vez más regulado y en países como por ejemplo Reino Unido hay duras penas legales a quienes se descarguen ilegalmente música de Internet.
Lo mismo está ocurriendo con los libros en Internet, y no dentro de mucho tiempo estará tan regulado o más de lo que está actualmente la música.
14-10-2009
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