Con motivo de la I Feria del Trueque de Libros de la UPO me gustaría publicar un post en relación a ello y comentar varios temas que me parecen muy interesantes como punto de debate.
"Los miembros de la comunidad universitaria de la Olavide y aquellos ciudadanos que quieran intercambiar libros ya leídos por otros por conocer podrán, a partir de mañana martes y hasta el viernes, cambiarlos por fichas que les servirán para adquirir otros libros la próxima semana en la I Feria del Trueque de Libros que ha organizado el Consejo de Estudiantes de la UPO (CEUPO)"
Como el propio título de la feria indica, la dinámica de la misma consiste en entregar a la universidad libros que ya hemos leído y a cambio de ellos (según su valor) se entrega al estudiante un número determinado de fichas para que los días 14, 15 y 16 de octubre las puedan canjear por los libros que más le convenzan.
Como medida de fomento de la cultura lo encuentro un evento muy interesante, ya que accedemos a un contexto de lectura universitaria, es decir, indirectamente estamos siendo aconsejados por chicos y chicas de nuestras edades, muchos de los cuales comparten nuestros mismos intereses, y generalmente dichas lecturas poseen un importante nivel cultural. Asimismo podemos entrar en contacto con nuevas corrientes de pensamientos y de esta forma abrirnos un poco más a la diversidad de la sociedad.
Otro punto a favor de esta feria es la gratuidad de los libros, es decir, tú entregas tu libro y a cambio recibes otros. Estamos leyendo dos títulos por el precio de uno. Como bien indica el artículo, la cultura no es algo por lo que deba pagarse, sino algo a lo que se tiene derecho. Lamentablemente hoy en día este supuesto derecho de todo ciudadano queda en el olvido, porque precisamente la gente que menos dinero tiene, es la gente que más carece de nivel de formación.
Con este evento que tenemos la suerte de alojar en la UPO, me vienen varias ideas a la cabeza. A parte de fomentar la cultura, esta feria es una gran oportunidad para conocer gente así como distintos gusto literarios. Al igual que el teatro y el circo en época romana eran puntos de encuentro social, ferias como esta acercan a la gente. Sin embargo, ¿qué pasará cuando lleguen los e-books? ¿Seguiremos yendo a ferias de intercambio de libros? Lo dudo, más que nada porque, como comenté en otro post, el gran defecto de Internet (para otros su gran virtud) es el anonimato y la impersonalidad de la cual está dotada. Estos encuentros a plena luz del día en centros universitarios o plazas céntricas en las ciudades quedarán olvidados, sobre todo cuando el intercambio de libros sería tan fácil como mandar un email con un elemento adjunto. También entraría en juego el concepto de piratería. Me explico. Siempre que vemos una película en DVD, nos avisan al inicio de la misma que la difusión de su contenido podría estar penalizada con la cárcel; ¿no pasaría lo mismo con los libros digitales? Cuando prestamos un libro impreso en papel, estamos dejando nuestro libro, y cuando lo hacemos, nosotros ya no podemos hacer uso del mismo. Sin embargo, si hemos comprado por Internet un libro digitalizado y queremos prestarlo, pasamos una copia, no nuestro documento en sí, y de esta forma estaríamos interrumpiendo la cadena editorial-cliente, ya que si nosotros se lo prestamos, no es necesario que nuestro amigo lo compre para leerlo. Seguramente se crearían sistemas de seguridad que impidieran el préstamo online de los libros, y con ello acabaría el préstamo entre amigos.
También encuentro muy interesante uno de los objetivos de esta feria, que es el de concienciar al lector con su entorno ambiental ahorrando papel, dando una segunda e incluso tercera vida al libro. Pero si de verdad quisiéramos concienciarnos con respecto al tema, la mejor opción sería incluir cuanto antes al mercado los libros digitales, porque con su uso estamos salvando gran cantidad de árboles, eliminando la expulsión de gases nocivos emitidos por las fábricas, evitando el reciclaje de papel (que paradójicamente es más costoso y contaminante que producir papel nuevo), etc.
Para aquellos que sigan mi blog, debo admitir que me encuentro en una encrucijada de pensamientos entre el libro tradicional y los libros electrónicos. Con el uso de los e-books ayudaremos notablemente al medio ambiente así como sacaremos mayor provecho a la lectura; por otro lado, con la pérdida del libro de papel, estaremos diciendo adiós a muchísimas tradiciones que a parte de llevar con nosotros gran cantidad de tiempo, nos dan grandes momentos de felicidad. ¿Quién no se lo ha pasado bien yendo a una librería y ojeando los libros, incluso sin tener intención de comprarlos? ¿O quién no paseando por la calle ha visto en un escaparate una portada de un libro tremendamente atractiva y ha entrado y se lo ha comprado? Con la llegada del libro digital muchas de estas acciones se perderán o irán en disminución.
Así que sí, a pesar de defender en numerosas ocasiones la digitalización y el libro electrónico, me cuesta separarme de hábitos a los que tengo tanto apego.
14-10-2009
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