Consumismo al estilo más puro, es lo que muchos entienden por “Navidad”. Muchos no queremos reconocerlo y decimos que son fechas para reunirse con la familia y disfrutar del calor de los más queridos (y no nos falta razón), pero también está el componente consumidor y, seamos claros, sin regalos no sería lo mismo. Una vez aceptada esta premisa (comprar por comprar), tenemos dos opciones: regalar lo que se nos antoje o regalar con cabeza.
Por esta última opción opta el Ministerio de Cultura, y durante estos días, en los cuales nuestro punto de reunión suele ser El Corte Inglés, la televisión nos anima a hacer unas compras racionales.
Por esta última opción opta el Ministerio de Cultura, y durante estos días, en los cuales nuestro punto de reunión suele ser El Corte Inglés, la televisión nos anima a hacer unas compras racionales.
Los diferentes spots promueven la cultura como regalo para estas fechas: un buen libro debajo del árbol de Navidad, un e-book en el calcetín de Papá Noel, unas entradas para el teatro que los Reyes nos dejan en un sobre, un videojuego sobre Roma entregado por Baltasar, etc.
Y el Ministerio de Cultura propone un sitio diferente donde todas nuestras compras pueden confluir: Internet (y dentro de Internet vale, nos podemos encontrar en El Corte Inglés).
En definitiva, me uno al grito lanzado por el Ministerio, regalemos regalos culturales y no compremos por comprar. Muchos libros serán comprados por comprar, pero seguramente aportarán más que una falda o unos pantalones de los cuales tenemos ya muchos iguales: un libro es siempre diferente al anterior. O lo mismo podemos decir de los discos, de las entradas de teatro o conciertos, etc.
Un saludo, y ¡felices Reyes Culturales!
28-12-2009
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