16 de diciembre de 2009

Desmontando lo montado

Adentrarse en el mundo de las bases de datos es una completa odisea. Sin unas nociones básicas es algo parecido a andar por un laberinto. Y decían que los nativos digitales no necesitábamos manual para nada…sin embargo, para esto, incluso el más docto en el tema, necesita unas pautas básicas.


Nuestra búsqueda comenzó en bases de datos experimentadas en ofrecer información en áreas de conocimiento determinadas. Como bandera llevábamos la “combinación de datos”, es decir, si queremos buscar sobre las Guerras Púnicas, no debemos únicamente insertar este parámetro de búsqueda, sino probar con distintos términos, en definitiva, usar combinaciones. Por lo tanto, tendremos que buscar sinónimos y conceptos alternativos a los que nos surgen inicialmente: enfrentamientos, Roma, Cartago, luchas, etc.
Otros parámetros de búsqueda de gran utilidad es concretar el período a estudiar, por ejemplo, en nuestro caso tendríamos que especificar que queremos datos que hablen del siglo III a.C. Asimismo, podemos indicar el año de publicación de la información, de gran utilidad para búsquedas en bases de datos médicos, ya que la información publicada en este campo queda obsoleta en pocos años .
Y, por supuesto, no olvidemos usar los parámetros de búsqueda (exclusión-inclusión), como or, and, not, etc. No obstante, hay algunas bases de datos que en su búsqueda avanzada ya los incluyen, lo cual nos facilita las cosas.

Las principales bases de datos en las que buscamos fueron Library and Information Science Abstract (LISA), Arts & Humanities Citation Index (WOS), Historical Abstact (EbscoHost), FRANCIS (OvidSP) , etc.
De especial interés fueron las bases de datos conocidas como Citation Index. ¿Qué son? Bases de datos inmensas que recogen todo tipo de citas publicadas en revistas, artículos, cartas, editoriales, etc.
La página de la biblioteca de la Universidad Pablo de Olavide nos ofrece una amplia selección de bases de datos a las que dicha universidad está suscrita. Para consultarlas no es necesario poseer identificación; no obstante, si queremos hacer uso de la información ofrecida en ella, si deberemos registrarnos con nuestro nombre de usuario y contraseña correspondiente.
Por lo general, todas las universidad están subscritas a una serie de bases de datos en red, por lo que si no eres de la UPO, siempre puedes consultar el listado que te ofrece tu universidad.
Asimismo, no sólo puedes acceder a estas bases de datos desde los ordenadores de la biblioteca de tu facultad, sino que también puedes disfrutar de una acceso remoto desde cualquier otro ordenador que no esté en el campus, por ejemplo, desde tu casa o tu trabajo (previa identificación).



Las bases de datos están revolucionando la forma de acceso a la información, ya que no es tan necesario presenciarse en la biblioteca para consultar un libro o un recurso electrónico. Muchos libros ya están colgados en las bases de datos, y a veces (cada vez más) los artículos publicados en las mismas nos son de gran ayuda.
No obstante, y como dijimos en otro post, su uso y manejo no se aprende de un día para otro. Hay que sentarse, armarse de paciencia, e intentar entender loa base de datos. ¿Cómo? Interrogándola. Probemos simplemente. Inventémonos un tema y comencemos a preguntarle a la base de datos. Todo es cuestión de práctica; esto no iba a ser menos.

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